MANUEL MARIÑO |
Por César Sánchez Martínez / SAN JOSÉ
Entrevista que se hizo en la sede de la Alianza
Cooperativa Internacional para las Américas (ACI) en San José, Costa Rica al ex director regional para la región, Manuel Mariño.
¿Por qué son importantes las cooperativas?
En el mundo hay muchos casos de cooperativas que son exitosas en
los diferentes ámbitos del desarrollo empresarial. El trabajo de las cooperativas
es tan impactante que muchas empresas transnacionales son organizaciones
cooperativas. Por eso, bajo el lema, “Las empresas cooperativas construyen un
mundo mejor”, los gobiernos del mundo en coordinación con las organizaciones
cooperativas, vienen trabajando diversas estrategias para impulsar el
movimiento cooperativo como herramienta de gestión en microfinanzas.
Hablemos de
estadísticas en el ámbito mundial. ¿Cuál es el aporte de las cooperativas?
Las cooperativas
dan empleo a más de 100 millones de personas en todo el mundo, lo que representa un 20% de lo que aportan las
empresas multinacionales en esta materia.
¿Cómo va América Latina?
En Brasil, la mayor economía de América
Latina, las cooperativas producen el 72% del
trigo, el 43% de la soja, 39% de la leche, 38% del algodón, 21% del café y el
16% de la producción del país es producida por las cooperativas y sus exportaciones son superiores a los US$
1,300 millones. Lo mismo podemos decir de Bolivia donde sola una cooperativa de
ahorro y crédito maneja alrededor de la cuarta parte de los ahorros nacionales.
Efectivamente eso es verdad,
lo he visto en Argentina, Colombia, Uruguay y Costa Rica, países que he
visitado recientemente.
Usted estuvo en esos países y ha sido
testigo. En Argentina existen más de 18,000 cooperativas
que reúnen a una cifra superior a los 9 millones de miembros.
… esa realidad permitió que
Argentina afronte con éxito el impacto de la crisis financiera en el denominado
“Corralito”.
Así es. Solamente en Colombia el 10% de la
población es miembro de una cooperativa y las
cooperativas de salud atienden a un 25% de la población del país. En
Colombia una cooperativa de salud es la segunda empresa en el ránking nacional
de generación de empleo. De igual manera en Costa Rica, también el 10% de la
población es socia de una cooperativa.
Por ejemplo, la Caja de ANDE (Asociación
Nacional de Educadores) es una cooperativa que agrupa a casi todos los
maestros y posee diversas filiales y empresas en todas las regiones de Costa
Rica.
He comprobado el impacto del
cooperativismo en Uruguay. Como consultor he recogido importantes experiencias
en tierras charrúas.
Usted lo ha dicho. En Uruguay las cooperativas producen el 90% de la leche y sus
derivados, el 34% de la miel y el 60% del trigo nacional. En este país
oriental, las cooperativas
dan empleo directo o indirecto a más de 40,000 personas, cifra equivalente a
casi un 3% de la población económicamente activa en el país.
En los Estados Unidos, el
sindicalismo está asociado a una cooperativa. ¿Eso es verdad?
En los Estados Unidos un 25% de su
población es miembro de una cooperativa y existen más de 30 cooperativas con una facturación anual superior a los
US$ 1,000 millones. Además, un 30% de la
producción agrícola nacional es comercializada a través de más de 3,400 cooperativas activas en todo el país. El
cooperativismo supera ampliamente al sindicalismo.
En Canadá el cooperativismo es
muy fuerte…
En ese país, las cooperativas
dan empleo a más de 160,000 personas y una de cada tres personas es miembro de
una cooperativa. Solo el movimiento Desjardins en Quebec reúne a más de 5
millones de socios.
¡Eso es fabuloso! Pero, qué
pasa en la Unión Europea.
Sólo en Europa los bancos cooperativos
emplean a más de 700,000 personas. Por ejemplo, en Bélgica hay como unas 35,000
cooperativas y las cooperativas
farmacéuticas tienen una participación en el mercado de 19.5%. Lo mismo ocurre
en Eslovenia donde las cooperativas agrícolas
son responsables del 72% de la producción lechera, 79% de la ganadera, 45% de
la de trigo y 77% de las papas. En Finlandia las cooperativas
son responsables de la producción de un 74% de los alimentos, un 96% de los
lácteos, un 50% de la producción de huevos, 34% de la producción forestal y
manejan un 34% de los depósitos en el sistema financiero.
Tremenda responsabilidad del
cooperativismo europeo, ahora en tiempos de crisis económica.
Es por eso que las NN.UU decidieron
declarar el “Año Internacional de las Cooperativas” en todo el mundo. Fíjese,
en Polonia las cooperativas producen el 75% de
la leche y derivados y en el Reino Unido la mayor agencia de viajes
independiente es una cooperativa. Lo mismo se puede decir de Hungría, donde las
cooperativas de consumo son responsables
del 14.4% de las ventas minoristas de artículos generales y alimentos; mientras que en Letonia, las cooperativas tienen una participación del 12.3% en el
sector de la industria alimenticia y en Moldavia, las cooperativas
de consumo son responsables del 6.8% del comercio minorista.
En los países escandinavos, la
cosa sí que es fabulosa.
Así es. En Noruega las cooperativas producen el 99% de la leche y derivados,
las cooperativas de consumo manejan el 25% del
mercado, las pesqueras son responsables del 8.7% de las exportaciones
nacionales y las forestales tienen una participación del 76% en el sector. Uno
de cada tres habitantes del país noruego es miembro de una cooperativa. En
Suecia las cooperativas de consumo tienen una
participación de 17.5% en su mercado.
Sabemos que ahora que la
crisis económica golpea fuertemente a la Unión Europea, el cooperativismo es
bastión que soporta a las economías familiares.
Ahora que en la Unión Europea la crisis
financiera está afectando la economía, algunos países están reforzando a sus
cooperativas. Por ejemplo, en Eslovaquia
las cooperativas emplean a más de 75,000
personas y en Francia 21,000 cooperativas dan
empleo a más de de 700,000 personas.
¿En
Asia, la situación es distinta?
En el continente
más poblado del mundo, también las cooperativas impulsan el desarrollo
económico. En India los miembros de cooperativas
superan los 240 millones de personas y en Japón una de cada tres familias es
cooperativista. En Vietnam la actividad de las cooperativas
representa un 8.6% al Producto Bruto Interno.
En América Latina
vemos que muchos productos “Made in Vietnam”, “Made in India”, “Made in Corea”
o “Made in Singapur” son hechos en cooperativas.
Fíjese, en Singapur, donde los
cooperativistas son 1.400.000, representa una tercera parte de su población. En
este país desarrollado, las cooperativas de consumo tienen una participación
del 55% en el sector de supermercados y facturan una cifra superior a los US$
700 millones anuales. Algo parecido ocurre en Corea del Sur, donde las cooperativas agrícolas reúnen a más de 2 millones de
productores rurales (un 90% del total) y facturan anualmente una cifra superior
a los US$ 11,000 millones. Adicionalmente las cooperativas
pesqueras coreanas tienen una participación en el mercado de un 71%. En Chipre
las cooperativas representan el 30% del sector
bancario y son responsables de la comercialización del 35% de su producción agropecuaria.
Y en Kuwait, las cooperativas de consumo
manejan el 80% del comercio minorista del país.
¿Qué pasa en África?
Depende de cada país, pero en Kenia una de cada cinco personas
es socia de una cooperativa y éstas tienen una participación del 45% en el PBI
del país y gestionan el 31% de los depósitos y ahorros nacionales. Además
producen un 70% del café, un 76% de los productos lácteos y un 95% del algodón.
En Kenia las cooperativas emplean a más de 250,000 personas.
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