PERCY ANDÍA MORALES |
Como resultado de una mayor competitividad
y abundancia de liquidez, algunas entidades tradicionalmente microfinancieras,
han dejado sus nichos de mercado naturales que ahora son copadas por las
cooperativas que han hecho del microcrédito, su principal herramienta de
gestión social. Este auge de las finanzas populares y
solidarias, no sólo tienen como protagonistas a las cooperativas de ahorro y
crédito, sino también a cajas municipales, cajas rurales, financieras, Edpyme y
ONG que han visto que este nutrido espacio, ha sido dejado de lado por algunas pioneras
y tradicionales entidades microfinancieras o han sido reemplazadas por la banca
comercial. Para el economista, Percy Andía Morales,
asesor financiero del Grupo Cooperativo Fortalecer (entidad que agrupa a más de
15 entidades), hablar de finanzas solidarias es referirse a un tipo de finanzas
que no sólo piensa en los resultados económicos con buenos indicadores
económicos y mayor rentabilidad, sino también piensa en las consecuencias que
precisamente tienen las acciones financieras en la vida social.
Considera que el instrumento financiero es
muy potente que ordena y organiza, o viceversa también. Entonces, la idea de
finanzas solidarias es una herramienta que sirve para construir el tejido
social y para afirmar que es posible la construcción de un desarrollo armónico
también con la naturaleza. Cree que las finanzas solidarias deben aportar a la
construcción de una sociedad más justa y al proceso de desarrollo sostenible.
Sin embargo, también considera importante
agregarle el tema ético a las finanzas populares en virtud que financian
aquellos proyectos o iniciativas que mejoren a la sociedad humana, y no a la
contaminación del medio ambiente, convertirse en instrumento que promuevan la
violencia o promuevan el deterioro de la persona humana, por ejemplo.
Para el economista, las actuales
microfinanzas desde la perspectiva de la banca comercial, no están cumpliendo
con su rol primario por las cuales fueron creadas. Han dejado sus raíces y eso
no es bueno. Si solamente se piensa en la utilidad económica como los bancos,
han perdido su razón de ser, que es la rentabilidad social, es decir, su
contribución a la lucha contra la pobreza.
Las microfinanzas deben aportar a un
desarrollo sostenible y a juzgar por el trabajo que realizan la mayor parte de
microfinancieras, debe haber una reflexión al respecto. Por cierto que para el
economista, no son todas las IMF que han dejado sus raíces, hay algunas
entidades que han regresado a sus caminos primigenios.
Percy Andía considera que un país como Perú
que tiene tantas iniquidades, con tantos sectores en exclusión y pobreza,
requiere que las entidades microfinancieras resuelvan parte de esos problemas
desde una perspectiva social. El mercado en sí mismo no resuelve los temas de
inequidad, más aún lo ahonda. Por tanto, hablar de finanzas solidarias tiene un
concepto opuesto a lo que actualmente se conoce como microfinanzas, siempre
desde la perspectiva de la banca comercial.
Eso lo vemos cuando una organización presta dinero de
manera indiscriminada para cualquier cosa o para sobreendeudar a la gente,
simplemente por el hecho de colocar créditos a discreción para un consumo
indiscriminado como algunas organizaciones vinculadas a las tiendas por
departamentos o venta de artefactos eléctricos.
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